La problemática de

Los sistemas en la empresa

¡Maldito sistema! No me capacitaron. No me consultaron. Hay una transacción que a veces se cuelga. Tengo que llevar una planilla de cálculo aparte porque no tengo toda la información. No tengo gente de sistemas que me asista. Estoy pagando una fortuna por esta información. No entienden qué es lo que quiero que haga el sistema… la lista problemática es infinita.

Pero hoy en día, en un negocio, emprendimiento o empresa es impensable no contar con ellos, por lo que, algo hay que hacer. 

Bertalanffy nos dejó la definición de qué es un sistema: “Es un conjunto de elementos relacionados entre sí y el medio circundante”. Y, ¿cuál es el principal medio circundante que tiene un sistema informático para que pueda ser útil?: 

la gente que lo diseñó, que lo usa, que lo mantiene, que da el apoyo político necesario para avalarlo y la gente que define las necesidades que debe cumplir ese sistema. Me encuentro muchas veces con casos de empresas que necesitan contratar sistemas y se genera un proceso de idas y vueltas que a veces termina en la nada. Indagando en el por qué de esta situación, tomo noticia que son variadas las causas. Una de las más relevantes es que, muchas veces no se hace, antes de adquirir un sistema, el ejercicio de qué es lo que se necesita como funcionalidad e información. No se identifica, dentro de la empresa, cual es la gente idónea para llevar a cabo un proyecto de implementación de un sistema. No todos saben o pueden hacerlo o lo ven cómo un desafío. A veces no se cuenta con ello. Es un tema habitual, sobre todo en Pymes, no contar con la experiencia necesaria para tratar con este tipo de problemática.  

Participé en situaciones en las cuales se piensa que los sistemas son “mágicos” y que con sólo comprarlos e instalarlos ya está. A esto lo llamo “ruleta”, alguien gana siempre el premio mayor, pero, hay un sólo ganador, ¿cada cuántos jugadores? 

Es bueno solicitar ayuda externa a una consultora u organización experta, pero sólo cuando se tiene real conciencia de qué tipo de ayuda se necesita, de que no sabemos cómo sistematizar un área, función o negocio. Pero si no se tiene conciencia de ello, mejor no pedir ayuda todavía, por que no servirá de nada. 

La definición de saber qué queremos que el sistema nos provea o qué problema es el que hay que solucionar, son puntos de partida importantes para adquirir e implantar un sistema. Pero, si no existe la conciencia de qué tipo de ayuda se necesita para poder cumplir el objetivo, las alternativas son seguir jugando a la ruleta o tener garantizado el fracaso.

En la actualidad se está trabajando intensamente en los denominados “procesos de transformación digital”. La transformación digital, no es nada más y nada menos que un crecimiento evolutivo del proceso de sistematización que ya vienen desarrollandose hace tiempo. La industria de software ha crecido y desarrollado tanto que contempla, en una gran medida, la sistematización de los procesos estándares de una organización. Es por ello que, realizar un inventario previo e identificar las funciones a ser sistematizadas, necesidades de información y definición de un tablero de control para medir cómo evoluciona el negocio, es lo mínimo que hay que hacer para comenzar un proceso de adquisición de software.

Luego, la confección de un prototipo del modelo de negocio que es confeccionado por las personas que operarán el sistema, es un modelo completo para estar seguros de adquirir el software correcto para las necesidades de nuestra empresa.